1. Acudir a un nutricionista para adelgazar de forma eficaz y saludable.
Además te ayudara a cambiar tus hábitos alimentarios. Es importante estar motivado para llevar a cabo esta tarea. Se necesita voluntad y determinación. Pero es posible, y con ayuda, es más fácil.
2. Comer menos. La mejor dieta es comer menos, pero de forma equilibrada. Lo ideal es
seguir una dieta hipocalórica (es decir, baja en calorías). Pero nunca por debajo de las 1.500 calorías diarias, y que sea guiada por un profesional para evitar desequilibrios nutricionales.
seguir una dieta hipocalórica (es decir, baja en calorías). Pero nunca por debajo de las 1.500 calorías diarias, y que sea guiada por un profesional para evitar desequilibrios nutricionales.
3. Comer bien y saludable. Elige una dieta baja en calorías y pobre en grasas saturadas,
que incluya vegetales, frutas, legumbres, cereales integrales, y pescado o carnes magras (cerdo, pollo).
4. Dormir bien.
Dormir nueve horas cada noche protege a las personas con predisposición genética a la obesidad, según un estudio reciente de la Universidad de Washington.
Dormir nueve horas cada noche protege a las personas con predisposición genética a la obesidad, según un estudio reciente de la Universidad de Washington.
5. Realizar 5 comidas al día.
De esa manera, evitarás periodos de ayuno, que no sólo no te ayudarán a adelgazar, sino que contrariamente activarán tu metabolismo para quemar grasa corporal.
6. Realizar actividad física.
Practica una actividad física cada día al menos durante media hora.
Te ayudará a quemar calorías, controlar el estrés, subir el colesterol bueno (HDL) y reducir la grasa acumulada en tu cuerpo.
Por otro lado intenta moverte todo lo posible durante el día. Siempre puedes usar las escaleras en vez del ascensor, caminar en vez de manejar, bajarte del autobús un par de cuadras antes y caminar hasta tu trabajo.
7. Beber agua. La ingesta de 2 litros de agua al día te ayudará a mantenerte hidratado y disminuye el apetito.
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