Más allá de los estereotipos físicos creados “contra” la
mujer, tener el pecho muy grande es un problema de salud. La hipertrofia
mamaria, podría afectar aproximadamente a un 15% de las mujeres. Todas ellas
suelen ver cómo este problema incide negativamente en su calidad de vida por
los problemas físicos y psicológico que provoca.
La
reducción
de mamas o mamoplastia de reducción es
un procedimiento quirúrgico para disminuir el tamaño de las mamas, mediante la
extirpación de grasa, tejido mamario y piel, haciéndolas más pequeñas, ligeras
y firmes. Además puede reducir el tamaño de la areola.
Las
mujeres con mamas grandes pueden presentar algunos problemas debidos a este
exceso de peso, como el dolor de espalda y de cuello, irritaciones de la piel
debajo de la mama y problemas respiratorios. La finalidad de la mamoplastia de
reducción es proporcionar a la mujer unos pechos más pequeños y con una forma
más proporcional al resto de su cuerpo.
CANDIDATO IDEAL PARA
SOMETERSE A UNA REDUCCIÓN DE MAMAS
La
reducción de mamas se realiza generalmente para aliviar un problema físico, más
que por motivos puramente estéticos.
Esta indicado en mujeres
que están preocupadas por el excesivo volumen de su pecho ya que ello interfiere con
muchas actividades y le causa
molestias físicas.
En
la mayoría de los casos se espera hasta que el pecho se haya desarrollado
completamente, aunque puede realizarse antes si los problemas físicos son muy
importantes.
CONSULTA
PREOPERATORIA
Durante
la primera consulta, el cirujano plástico evaluará el tamaño y la forma de las
mamas, la firmeza de la piel y su estado general de salud.
Se
realizará además una exploración de mamas para determinar su consistencia, y diagnosticar la presencia de nódulos
mamarios que sea necesario estudiar previo a la cirugía.
Se solicitará un
estudio mamográfico a las pacientes
mayores de 35 años, y a las menores de esta edad se solicitará Ecosonograma
mamario.
Se
le explicarán las distintas técnicas quirúrgicas, se discutirá el tamaño y la
forma que tendrán su mamas y las opciones o la combinación de procedimientos
que sean mejor para usted.
Debe
exponer sus expectativas de manera sincera y franca, para que el cirujano
plástico sea también franco y le muestre las alternativas disponibles para su
problema, con los riesgos y limitaciones de cada una de ellas.
También
se le explicará cuál es el tipo de anestesia que se empleará, la necesidad o no
de ingresar en la clínica donde se realice la cirugía y los costos de la intervención.
La
reducción mamaria sólo está incluida en los baremos de las compañías de seguro
en casos extremos, proceso conocido como gigantomastia.
No
olvide contar si es fumadora o toma alguna medicación o vitamina, el número de
embarazos previos y si piensa volver a quedarse embarazada o dar de mamar. No
dude en preguntar cualquier cuestión que se plantee, especialmente aquellas
relacionadas con sus expectativas sobre los resultados.
LA CIRUGÍA Y LA
ANESTESIA
La
cirugía de reducción mamaria se realiza en un quirófano, dentro de una clínica
u hospital.
Suele
ser preciso el ingreso, dándose el alta al día siguiente y en algunos casos aveces requieren de 2
ó 3 días de hospitalización.
La
cirugía se realiza bajo anestesia general, permaneciendo el paciente dormido
durante la operación.
Una
reducción mamaria dura entre 2 y 4 horas, aunque en determinados casos puede
alargarse.
TÉCNICA
QUIRÚRGICA
Existen
diversas técnicas, pero generalmente las incisiones tienen forma de ancla
colocándose alrededor de la areola, en una línea vertical hacia abajo desde la
areola y en una línea horizontal en el surco que hay debajo del la mama.
A
través de estas incisiones se extirpa el exceso de piel, grasa y tejido mamario
y se recoloca la areola y el pezón en su nueva posición; en algunos casos se
puede asociar liposucción de la mama,
generalmente la porción lateral de la misma.
En
la mayoría de los casos la areola se mantiene unida a sus vasos sanguíneos y a
su nervios, manteniendo la sensación normal o casi normal; sin embargo, en
casos de grandes reducciones puede ser necesario separar completamente la
areola y situarla en su nueva posición, perdiendo la sensibilidad.
Tras
la cirugía se colocan unos tubos de drenaje y un vendaje alrededor de las
mamas.
POSTOPERATORIO
Tras
la cirugía de mamas es normal encontrarse algo cansada unos días, pero podrá hacer
vida casi normal a las 72
horas.
La
mayoría de las molestias se controlan bien con la medicación prescrita por su
cirujano plástico, aunque las mamas pueden doler un par de semanas.
La
primera menstruación tras una reducción puede hacer que las mamas se hinchen y
duelan.
El
vendaje o los apósitos serán retirados en unos días, siendo sustituidos por un
sujetador especial, que deberá llevar de la manera que le indique su cirujano.
Es
normal tener una sensación de ardor en los pezones durante las dos primeras
semanas.
Tras
la reducción puede ser normal tener una disminución de sensación en los
pezones; esta situación es generalmente temporal, excepto en algunas
reducciones que puede ser definitiva.
Los
puntos se retiran entre los 7 y 21 días. Hace más de un año estamos utilizando un sistema de sutura denominado Dermabond
Prineo (R), el cual consiste en una malla y dermabond con lo cual no
es necesario colocar sutura y tampoco se realiza cura.
El edema no cede
completamente hasta las 3 ó 6 semanas.
Tras
una reducción mamaria podrá volver al trabajo en 2 ó 3 semanas, aunque en pocos
días podrá hacer vida casi normal. Debe limitar las actividades físicas fuertes
durante unas semanas, hasta que se recupere de la operación.
Durante
3 semanas es
conveniente evitar las relaciones sexuales para que no se inflamen las
incisiones; durante 3 ó 4 semanas evite el contacto físico intenso de las
mamas.
Es
normal que aparezcan pequeñas costras o un poco de líquido a través de las
incisiones. Su cirujano plástico le irá viendo durante los meses siguientes a
la cirugía para ver la evolución.
Si
tuviese alguna molestia entre visitas o alguna duda sobre lo que debe o no
hacer, no dude en llamarle.
COMPLICACIONES
La
cirugía de reducción de las mamas es una técnica segura, siempre y cuando sea
realizada por un cirujano plástico cualificado. Sin embargo, como en cualquier
operación siempre pueden existir complicaciones y riesgos asociados.
La
reducción mamaria dejan cicatrices permanentes y visibles, aunque disimulables
bajo el sujetador o el bikini. Los problemas de cicatrización son más
frecuentes en fumadores. Algunos pacientes pueden experimentar una disminución
parcial, y en ocasiones, total de la sensibilidad del pezón.
Tras
una reducción puede verse afectada la capacidad de dar de mamar.
En
pacientes fumadoras o diabéticas puede existir necrosis de colgajos o
dehiscencia de sutura. Esto también puede ocurrir en pacientes que no guardan
reposo.
RESULTADOS
Es
importante recordar que tras una reducción las cicatrices son importantes y
permanentes, aunque su cirujano plástico hará lo posible por que se noten lo
menos posible. Con el tiempo, las cicatrices irán notándose menos.
Tras
una reducción mamaria pasarán unos meses hasta que sus mamas adquieran el
aspecto definitivo; aún así, las mamas cambiarán ante los estímulos hormonales
normales, el embarazo o los cambios de peso.
Puede
necesitar algo de tiempo hasta acostumbrarse a su nueva imagen corporal.
Si
sus expectativas son realistas usted estará muy satisfecha con el resultado de
la reducción de mamas.
Paciente de 40 años con Hipertrofia mamaria y asimetrìa mamaria. Se le relizo cirugìa de reducciòn mamaria, y este es el resultado al año de la cirugìa. |
Paciente de 35 años con Hipertrofia mamaria, se le realizo mamoplastia de reducciòn y este es el resultado luego de 6 meses de cirugìa. |
Pacinte de 38 años a quien se le practico mamoplastia de reducciòn y auì se evidencia el postoperatorio luego de 1 año. |
El
propósito de la intervención es la reducción y remodelamiento de las mamas,
colocando la areola-pezón en su posición correcta.
Aunque
hay diferentes técnicas que se utilizan en función del tamaño del pecho, edad
de la paciente, etc., en general, son necesarias incisiones alrededor de la
areola, verticales y horizontales en el pliegue submamario (en forma de ancla).
La
intervención se realiza bajo anestesia general, y el cirujano extirpa la piel,
la glándula y la grasa excesiva, sitúa el pezón en su localización correcta y
luego remodela la mama remanente.
Después
de la operación se coloca un sujetador-vendaje que se cambiará a las 72 horas.
Es
frecuente que existan equimosis y cierta hinchazón en el período
postoperatorio. En algunos casos puede haber una reducción o pérdida de
sensibilidad en una o ambas areolas, que habitualmente se recupera con el paso
del tiempo. Es muy rara la lesión parcial o total de la areola o pezón.
Las
cicatrices resultantes de esta cirugía pueden en ocasiones hacerse abultadas o
anchas, siendo conveniente, en estos casos, realizar un ajuste y escisión de la
cicatriz, con anestesia local, a partir del año de la cirugía.
En
caso de duda, su cirujano plástico le proporcionará las aclaraciones oportunas.
Si usted está pensando en someterse a una intervención de Cirugía Plástica o
Estética, acuda a un Especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética.
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