Nutrición es el
conjunto de procesos mediante los cuales el hombre ingiere, absorbe, transforma
y utiliza las sustancias que se encuentran en los alimentos para cumplir con
cuatro importantes objetivos:
- 1. Darle energía para el mantenimiento de sus funciones y actividades,
- 2. Aportar material para la formación, crecimiento y reparación de las estructuras corporales y para la reproducción.
- 3. Suministrar las sustancias necesarias para regular los procesos metabólicos, y
- 4. Reducir los riesgos de algunas enfermedades.
La alimentación
es en cambio el proceso mediante el cual tomamos del exterior una serie de
sustancias que, contenidas en los alimentos de nuestra dieta, son necesarias
para la nutrición. El alimento es, por tanto, todo aquel producto o sustancia
que una vez consumido aporta materiales asimilables que cumplen una función
nutritiva en el organismo.
Teniendo presente estos conceptos, nos
podemos dar cuenta que el secreto para una Nutrición
Saludable está en saber modificar nuestro estilo de vida, que muchas veces
esta alterado por las comidas fast, el stress, el sedentarismo. Así mismo
debemos aprender a conocer los diferentes grupos de alimentos y la mejor forma
de combinarlos. Alimentación balanceada
significa ingerir todos los alimentos necesarios para estar sanos y bien
nutridos, pero de forma equilibrada.
La
nutrición es consecuencia de la alimentación, es decir de los alimentos que
componen la dieta y de su proporción. Por este motivo la alimentación se
considera adecuada y saludable cuando:
- Suficiente para cubrir las exigencias y mantener el equilibrio del organismo
- Completa y variada en su composición con inclusión diaria de todos los nutrientes y en ciertas cantidades y proporciones, según la edad y circunstancias de vida.
- Adecuada a las diferentes finalidades en el organismo según el caso: conservar la salud, cooperar en curar las enfermedades, asegurar el crecimiento y desarrollo de los niños y le siempre y cuando
- Adaptada a las necesidades y gasto energético de cada individuo.
Clasificación
simple de los componentes dietéticos
En término bien general, para mantenernos
en nuestro peso, es necesario tener una dieta que equilibre las calorías que
necesitamos y que ingerimos, con su procedencia. Es decir determinar los macronutrientes de los que proceden las
calorías en nuestras dietas: carbohidratos, proteínas y grasas, y en que
proporción distribuirlos en nuestro plato, para tener una dieta equilibrada y
sana.
Los nutrientes se clasifican comúnmente en
cinco clases: hidratos de carbono, proteínas, grasas (incluyendo aceites),
vitaminas y minerales. Debiéndose incluir también entre ellos, a la fibra y el
agua. Todos son igualmente importantes para la salud del organismo.
Proteínas: es el
principal nutriente para la formación de los músculos del cuerpo, forman las
células y eleva las defensas.
Hidratos de Carbono: también llamados carbohidratos, glúcidos o azúcares, son los encargados de
proporcionar energía al cuerpo de forma inmediata.
Las Grasas: es la
encargada de la energía de reserva.
Vitaminas y Minerales: son los encargados de que el organismo utilice los macronutrientes de
forma correcta, tienen una función reguladora y son indispensable para los
diferentes procesos bioquímicos y metabólicos del organismo.
Agua: aporta líquido
al cuerpo y ayuda a regular la temperatura.
Fibra: forma un
vehículo para los nutrientes, agrega volumen a las heces y regula la flora
bacteriana intestinal, ayuda a la eliminación adecuada de los desechos.
Para mantener nuestro peso estas son las
proporciones que debe tener nuestra dieta diaria de macro nutrientes:
45% de carbohidratos.
35% de proteínas.
25% de grasas.
Con esta distribución e ingiriendo las
calorías justas que nuestro cuerpo necesita conseguiremos mantener nuestro
cuerpo en cuanto a masa muscular y grasa. Esta demás decir que esto es solo una
guía, cada persona tiene requerimientos individuales que dependen de su peso,
talla, edad, actividad física, enfermedades, por lo cual deben acudir a un nutricionista
para recibir la dieta que le corresponda por su condición.
La Organización Mundial de la Salud
recomienda que el 50-70% de la energía que gastamos debería proceder de los
hidratos de carbono complejos. La medida exacta de hidratos de carbono que
necesitamos depende de nuestro apetito y nivel de actividad. Contrariamente a
lo que se creía una dieta adelgazante no debería ser baja en hidratos de
carbono, solo debe contener la proporción que necesitamos de acuerdo a nuestra
actividad física durante el día. De hecho los alimentos almidonados sacian
mucho, en proporción a la cantidad de calorías que contienen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario